Los caballos de tiro son caballos de trabajo seleccionados por contar con una gran fortaleza y una capacidad de tracción.
Antiguamente se utilizaban para poder mover diferentes herramientas agrícolas y también como fuerza motriz para algunos métodos de transporte como carros o carruajes.
Fueron utilizados como motor, aprovechando su fuerza de tracción, para carros y carruajes antiguos, como elementos de tiro para labrar y mover las máquinas agrícolas y como fuerza para mover las diferentes diligencias que se utilizaban para desplazarse por Europa.
Los caballos de tiro se clasifican en tres categorías:
Tiro pesado
Son caballos grandes y altos. La cruz llega a ser hasta de 1,80 y su peso de entre 600 y 1000kg. Poseen huesos grandes y pesados y su musculatura está muy bien desarrollada y sus hombros son muy fuertes para poder realizar grandes esfuerzos de tracción. Entre las razas más conocidas destacan el Shire, el Pirenaico Catalán, el Bretón, el Belga de Tiro o el Cream.
Tiro semipesado
Son aquellos destinados a los trabajos que necesitan desplazamientos más rápidos, como el de transporte de artillerías o de diligencias. Siguen siendo fuertes pero al ser más ligeros se pueden desplazar al trote. Ejemplos de estos caballos son el percherón o del bretón.
Tiro ligero
Estos caballos solían utilizarse para mover carruajes mucho más sencillos, que necesitaban caballos rápidos, que pesaran poco y pudieran alcanzar grandes velocidades de desplazamiento, superando a la marcha o al paso. Sobre todo estos caballos utilizan el trote y la ambladura aunque en algunas ocasiones, como en las famosas carreras de carros que tenían lugar en las antiguas Roma y Grecia estos caballos solían ir al Galope. Entre estas razas destacan el caballo Morgan o el Árabe.
Sin duda se trata de animales que deben cuidarse en función del trabajo que realicen ya que requieren una alimentación y atención para mantenerlos saludables y en excelentes condiciones.